Los usuarios argentinos de Whatsapp son más críticos que lo que se suponía

El Whatsapp como vector para la distribución de contenido dudoso que fortalezca la desinformación o estimule la campaña sucia en procesos electorales ha sido considerado desde hace unos años. La relevancia de los servicios de mensajería como ductos de campaña política dudosa se fortaleció en la última elección presidencial en Brasil que llevó a Jair Bolsonaro a la presidencia del país. En el actual momento de pandemia, el papel del Whatsapp volvió a ganar centralidad. María Celeste Wagner, Eugenia Mitchelstein y Pablo Boczkowski llevaron adelante una investigación sobre los usos de contenidos que circulan por Whatsapp en la Argentina publicado en el portal First Draft. El trabajo supuso distribuir mensajes que tenían fundamento en el consenso científico y otros que iban contra ese consenso. El resultado emergente es que las personas consideraron mayormente como menos creíbles las noticias falsas antes que se les confirmasen que eran fake news. Mientras que las noticias acertadas fueron reconocidas como más creíbles por las personas que las recibieron. Asimismo, las personas tendía a distribuir mayormente las noticias creíbles que las no creíbles. En el caso de compartir información, las personas tendían a distribuir menos los contenidos dudosos cuando conocían el emisor que cuando no lo conocían. Por otro lado, se registró en algunos casos de material distribuido que el recibir contenido incorrecto afectaba la capacidad de evaluar por parte de las personas. El resultado general del trabajo de investigación es que en la Argentina las personas que reciben contenidos por servicios de mensajería tienen una significativa capacidad de evaluar si él mismo es correcto o incorrecto y, además, no son propaladores de mensajes de modo acrítico. La investigación científica permite una vez más cuestionar supuestos que, curiosamente o no, también circulan por los servicios de mensajería y las redes.