Chile se ha pronunciado de modo masivo por una reforma de su Constitución que fue sancionada bajo el régimen de Augusto Pinochet. En un segundo plano, ha optado también por la elección del total de miembros de una asamblea constituyente, frente a la opción de que esta asamblea esté compuesta la mitad por parte de legisladores en funciones y en la otra por constituyentes electos. Los resultados son los siguientes:
Ahora se abren dos juegos electorales que marcarán el país. El primero es las elecciones para la asamblea constituyente fijada para abril de 2021. El segundo, la elección presidencial y probablemente de legisladores y otros cargos ejecutivos en función de lo que resuelva la asamblea. Esto hace que la carga política será intensa en Chile el año próximo. En este sentido es de considerar que el papel de la comunicación política y en particular el de las redes sociales estarán en el centro del debate. Una de las cuestiones que giran en torno al uso de redes es si estas alientan la polarización política. Sebastián Valenzuela, profesor e investigador dela Pontificia Universidad Católica de Chile sostiene que no hay evidencia que esto sea así en el caso chileno. Para ello remite al trabajo de Jaime Lindh, Jorge Fábrega y Jorge González titulado “La fragilidad de los consensos. Polarización ideológica en el Chile post Pinochet“. Allí los autores muestran que hay una polarización política de consideración en el espacio público del país, pero que está se mantiene en términos relativamente constantes desde 1990 a la fecha, por lo cual no es un factor de acentuación. Valenzuela sí rescata que las redes son un elemento que facilita las movilizaciones sociales, algo que no es privativo de Chile y que se observó por primera vez de modo significativo en la llamada “Primavera Árabe“. Al comienzo de la pandemia, Chile fue el caso de mayor crecimiento en el uso de redes en América Latina, quizás influenciado por el proceso electoral.
América Latina tendrá los ojos puestos en Chile a lo largo del 2021 y que podría incluir al 2022. El cronograma electoral será intenso.
En particular, servicios como Whatsapp, por su carácter encriptado; TikTok, por su uso por parte de los nuevos votantes; Twitter, por ser la plataforma política por excelencia, son los que estarán en la primera línea de estudio. La comunicación política y el uso de las redes atraerán a los especialistas en comunicación, a los políticos, los medios, el periodismo, los publicitarios y el público en general.