Elecciones en España: breve análisis de votos y redes


La comunicación política y las campañas electorales están sometidas a nuevos desafíos desde la consolidación de las redes electorales como vía de convencer a votantes para que apoyan a las respectivas ofertas partidarias. La pluralidad de canales de comunicación entre partidos políticos y ciudadanos es actualmente de un grado que no ha existido con anterioridad. El escenario hoy nos muestra que no hay una relación lineal entre candidatos y votantes. El caso de las elecciones generales en España no escapa a ese fenómeno. Los resultados electorales han marcado la victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quien se encuentra a las puertas de poder encabezar una coalición de gobierno. La jornada electoral ha marcado el derrumbe del conservador Partido Popular (PP), así como un notable descenso del izquierdista Podemos. El liberal Ciudadanos y al extrema derecha de Vox se destacaron por su crecimiento; este último partido ha ingresado por primera vez en las Cortes.

La campaña de los últimos días se agudizó en Facebook. Los partidos denominados nuevos, como Podemos y Ciudadanos fueron quienes más invirtieron para hacer campaña en esta red social según se desprende de este gráfico.

Sin embargo, el resultado fue dispar para estas dos agrupaciones que encabezaron el ránking. Comparado con las elecciones de 2016, Ciudadanos pasó del cuarto al tercer lugar y su número de bancas pasó de 32 a 57. Podemos realizó el camino inverso: se deslizó del tercer al cuarto lugar y de contar con 71 bancas se redujo a 42.

Según un reciente artículo publicado en El País, Vox, el partido de extrema derecha, ha optado por una estrategia diferente. No ha pagado avisos en las redes como Facebook. En vez ha posteado más en sus espacios oficiales y ha favorecido los “me gusta” por parte de sus simpatizantes y probables votantes más que ningún otra agrupación política. Sólamente Podemos lo ha superado en un el final de la campaña en cuanto a repercusiones. Pero el diferencial pasa porque Vox no ha pagado anuncios, cosa que sí hizo la agrupación de izquierdas encabezada por Pablo Iglesias.

En Twitter Vox publicó menos posteos que sus rivales, pero se garantizó mayor cantidad de “me usta” y retuiteos. Como bien es citada la investigadora Silvia Majó-Vázquez, las investigaciones universitarias sobre campañas electorales y comunicación política se han focalizado centralmente en esta red social, pese a su dudoso grado de representatividad con relación a la sociedad en la que se asientan. Un reciente estudio del Pew Research Center sobre el perfil de usuario de Twitter en los Estados Unidos muestra que el”tuitero” norteamericano es más joven, tiene un más alto nivel educativo que el público en general y tiende a adherir al Partido Demócrata.

Asimismo, quienes la distribución de la actividad de posteos en Twitter es de tipo paretiano: un 10% postea el 80% de los contenidos, mientras que el 90% contribuye con el 20% restante.

Estas asimetrías entre relación partidos políticos y votantes, resultados electorales y actividad en redes, lleva a mantener una actitud crítica frente a modelos teóricos propios de los tiempos analógicos como el de Agenda Setting; ni hablar de aquellos de las primeras décadas del siglo XX como el de la aguja hipodérmica. Las actividades en redes no necesariamente son un espejo lineal de lo que sucede luego en las urnas. Son un indicio en algunos casos. No más allá de esto.


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