¿Cuán públicos deben ser los informes internos de una emisora pública? El caso de la alemana ARD sobre el tapete


La cadena alemana ARD (Arbeitsgemeinschaft der öffentlich-rechtlichen Rundfunkanstalten der Bundesrepublik Deutschland) es el congomerado de medios públicos más importante de Europa. Reúne a las diferentes emisoras audiovisuales nacionales y regionales de Alemania, inclusive a la Deutsche Welle, la emisora de radio y televisión internacional de prestigio en el exterior. Es necesario remarcar que la ARD es un gran conglomerado de medios de corte público: no es ni gubernamental ni estatal. Por público se entiende que lo político partidario es un aspecto marginal de la estructura de los mediospúblicos alemanes ya que priman los actores sociales (cámaras empresarias, sindicatos, asociaciones intermedias, cultos religiosos, representantes de la cultura, univeridades y grupos sociales minoritarios, etc.) en sus asambleas y boards de dirección. El tema que ha generado un debate hoy en Alemania es que un sitio online publicó un paper de trabajo o informe reservado acerca de cómo encarar el contenido de la ARD. El informe se denomina “Framing manual. Unser gemeinsamer, freier Rundfunk ARD” (“Manual de encuadre (Framing). Nuestra comunitaria y libre emisora ARD”)  y fue escrito por el Berkeley International Framing Institute. Los medios en Alemania han sido víctimas de ataques en los últimos meses por sectores extremos de la vida social. Han asomado nuevamente calificativos despectivos como “Lügenpresse” (“prensa embustera”), “Steigbügel der Politik” (“estribos de la política”), “Krake mit Wasserkopf” (“pulpo con hidrocefalia”), “Demokratiegefährder” (“atentatorios de la democracia”), algunos  presentes tanto en el pasado orden conservador imperial como en el período nazi. Las críticas cuestionan el enorme costo de los medios públicos y de los sueldos que allí se pagan para difundir un discurso elitista y sin utilidad práctica. Hay que recordar que los medios públicos alemanes se financian mediante un cánon ciudadano. El trabajo sugiere varios caminos desde el punto de vista semántico para modificar el discurso de los contenidos de las emisoras fundados en el framing, que a su vez se sustenta en disciplinas que hacen al proceso cognitivo. como un punto destacable, el informe destaca la diferencia entre una cadena pública y un medio privado fundado en la dimensión moral que hace a la primera.  desde el punto de vista práctico, por caso, el mencionar el término “sal” desde lo neurológico cognitivo automáticamente dispara sentimientos, sabores, asociaciones con comidas, e incluso paisajes o enfermedades (hipertensión). Por caso, el informe recomienda no usar los términos “Publikum” (“público/s”) o “Zuschauer” (“espectadores”) ya que remite a una concepción comercial y pasiva de quienes participan del proceso comunicativo. Este tipo de términos no condecirían con una emisora libre, común y abierta (“Offen“) como debe posicionarse la ARD. Ahora bien, el gran cuestionamiento que asomó en Alemania es que este infomre fue reservado y no fue público, lo cual, por un lado, afectó los fundamentos a partir de lo cual debe ser una emisora pública; por otro, y de modo coyuntural, contradice las propias sugerencias que el informe propone. Un tercer factor desafiante fue que esto lo hizo manifiesto un sitio online de una ONG que pretende apoyar a la transparencia en la vida pública como es Netzpolitik.org. Esto es, no lo hizo aquella institución que debiera hacerlo como es el medio público. Al poner al descubierto este paper generó un escándalo. Algunos medios hablaron de este documento como un instrumento de lavado de cerebro (“Gehirnwäsche”) destinado a manipular a la opinión pública. La ARD a través de su secretaria general, Dra. Susanne Pfabdebió hacer explicito el documento y justificar por qué se lo realizó, ahora sí de modo abierto. El acontecimiento muestra una vez más las dificultades que tiene un medio de comunicación para comunicar aquello que hace a su actividad e intereses como organización. Esto se acentúa en el caso de los medios públicos. Este suceso que afectó a la ARD lo vuelve a mostrar.


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