La COVID-19 ha tensado nuevamente las relaciones entre Estados Unidos y China, relación compleja que cubre muchos ítems. Tan es así que se habla de una nueva Guerra Fría en ciernes. Si hace unos meses la tensión había escalado en el campo de las comunicaciones en torno al servicio de 5G para telefonía y si se aceptaba en Occidente a la empresa china Huawei para que implemente la tecnología en Europa, ahora el conficto se ha extendido a las apps, en particular sobre TikTok. El presidente de Estados Unidos Donald Trump pretende que TikTok “se haga norteamericana”, ya que considera que es un dispositivo utilizado por el estado chino para sustraer datos de los norteamericanos. Esto es, intenta obligar a TikTok para que acepte la legislación norteamericana. La ocasión es buena para conocer el ecosistema digital chino. Es muy bueno el resumen realizado por Carlos Scolari, docente e investigador de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona bajo el título “Más allá de TikTok: el ecosistema de las plataformas en China“. Así como Samuel Huntington consideraba a China como una civilización en si misma, en cuanto a plataformas es un sistema solar autónomo dentro de la galaxia de plataformas. Este gráfico describe la multiplicidad de oferta circunscripta al mercado chino y de poco conicimiento por fuera de sus fronteras.
TikTok/Douyin es la app más conocida. Scolari rescata otras también con algún nivel de conocimiento, como WeChat (un servicio de mensajería con similitudes con Whatsapp); otras como Sina Weibo (más cercano a Twitter) son poco menos que desconocidas; RED / Xiaohongshu, la app de e-commerce para la Generación Z; el YouTube a la china, Bilibili; o Taobao, el sitio de compras y ventas de Alibaba, que permite un chateo que deriva en el regateo, práctica que en Occidente no es frecuente. Esto último es algo que recalca Scolari: China no es un modelo cerrado a seguir, porque la mayoría de sus plataformas funcionan en un contexto cultural que no es el de Europa, Estados Unidos o América Latina. El juego no es inocente y hace años que las plataformas y buscadores o están prohibidos o tienen serios problemas para funcionar en China. Como se ha mencionado, las apps más populares y difundidas en al país tienen que ver con entretenimiento y comercio: la discusión y el debate sobre lo público están muy restringidos.