Mucho se ha comentado sobre el control accionario que Elon Musk ha hecho de Twitter. El gran interrogante pasa por la enorme suma que pagó por la red social la persona hoy más rica del planeta.
La suma de 44 mil millones de dólares pone esta compra al tope de todas las realizadas hasta la fecha en el campo de la tecnología.
Mucho se afirma que el valor pagado no se corresponde con los ingresosque pueda generar la red. Twitter sigue generando ingresos y bien podría generarlos aún más. Los resultados, con alguos altibajos, proyectan un crecimiento sostenido en la última década.
Al mismo tiempo, Elon Musk es un gran posteador en Twitter. Y ha focalizado sus acción de comunicación en la red en su proyecto espacial Space X y en su desarrollo de autos y dispositivos eléctricos Tesla.
Bien puede entenderse que la compra puede responder a integrar Twitter en la cadena de articulación de sus proyectos para poder controlar parte del proceso comunicativo y fortalecer así la expansión de sus negocios. Las grandes tecnológicas en conjunto (Alphabet – Google, Amazon, Apple, Meta – Facebook, Microsof) tienen ingresos anuales superiores al Producto Bruto Interno de España.
La gestión futura de Twitter por Elon Musk es un mar de incógnitas. El plan de inversiones y las metas proyectadas son ambiciosas: 26 mil millones en ingresos en el 2028. La cuestión de la libertad de expresión está al tope de las dudas. Los próximos meses mostrarán si se mantienen las reglas del presente o si habrá cambios significativos.