Klein y Waisbord: dos miradas sobre las burbujas y la polarización política


Uno de los temas de la cultura política que ocupa a gran parte de los académicos e investigadores en ciencia política, sociología y comunicación es la polarización que afecta a países, particularmente Estados Unidos, de Europa Occidental y América Latina. Existe una corriente que tiene origen el libro “Bowling Alone” de Robert Putnam que adjudica el debilitamiento de la sociedad civil norteamericana a la existencia de pantallas en los hogares del país. El trabajo se limitaba a televisores y computadoras. Con el auge de Internet primero, y de las redes sociales después, los estudios se profundizaron para tratar de encontrar la causa de la creciente polarización en el hábito de acceder a noticias vía redes sociales. Este tipo de trabajos de investigación adquirieron un expansión global.

El año 2020 lo cerramos con dos visiones que pretenden moderar esta perspectiva. El primero se trata del libro “Why we are polarized (“Por qué estamos polarizados”) publicado por el periodista político Ezra Klein. Fue fundador del sitio de actualidad política Vox y acaba de ser contratado por The New York Times como periodista estrella. El libro resume buena parte de los trabajos señeros de investigación sobre la realidad política, económica, cultural y demográfica de Estados Unidos. Según Klein, hay razones profundas para que exista la división actual en el país, cosa que era impensable hace treinta años atrás. El sistema de partidos, los cambios demográficos, el pasaje de una sociedad industrial a una de servicios altamente digitalizada, así como el surgimiento de nuevas culturas, llevaron para Klein a una división creciente que se evidencia en un conflicto abierto entre un Partido Republicano que representa a la población “blanca” del interior profundo y nacionalista del país, y un Partido Demócrata que es una coalición de blancos, hispanos, negros y asiáticos urbanos de Weltanschauung cosmopolita. Par Klein las redes sociales son sólo un factor entre muchos que acentúan la polarización, pero no son la causa. El enfrentamiento sectario que existe en el país lo lleva a Klein a dudar si Estados Unidos hoy es una democracia.

El otro trabajo a destacar es un artículo publicado por el destacado investigador en comunicación Silvio Waisbord en la revista de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) titulado “¿Es válido atribuir la polarización política a la comunicación digital? Sobre burbujas, plataformas y polarización afectiva.” El trabajo de Waisbord tiene raigambre en la realidad de América Latina, lo cual lo hace más apropiado para aplicarlo a la Argentina. Según el autor, es de relevancia considerar los contextos específicos de cada sociedad en vez de plantear supuestos universalistas. El auge de los populismos es un factor clave para comprender procesos polarizadores ya que se funda en un planteamiento binario sobre los diversos campos de la sociedad. Las elites políticas, las ideologías en boga así como la fragmentación y debilitamiento de los medios de comunicación tradicionales así como de la práctica del periodismo profesional son algunas de la variables que llevan a esta polarización presente. Para Waisbord, poner en el centro a las redes sociales como culpable de la polarización es un enfoque reduccionista que implica retornar a la teoría de la aguja hipodérmica o a la de una interpretación rudimentaria de la de Agenda-Setting. El capítulo cierra con una serie de preguntas que abren la posibilidad de trabajos posteriores de investigación en el cual cabe la posibilidad de reunir el material en un gran libro sobre el tema.

Ezra Klein y Silvio Waisbord


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