¿Cómo es la relación de la inteligencia artificial con el periodismo? La inteligencia artificial, ¿reemplazará a los periodistas? Estas son algunas de las preguntas que hoy se plantean en el campo del periodismo. En la publicación online JotDown, Javier Pérez publicó una columna titulada “La inteligencia artificial como periodista cultural” que plantea agunas cuestiones medualres al respecto. Algunos de sus párraffos son realmente filosos. Al escribirlos refuerza el carácter valioso de un periodista al escribir sobre cultura. Por ejemplo, toma una obra clásica como es Lolita de Vladimir Nabokov y le pide al ChatGPT una crítica. Le devuelve algo descafeinado como lo siguiente:
El comentario más común —y necesario— sobre Lolita es que no debe leerse como una apología de la pedofilia, sino como una crítica feroz al autoengaño, al poder de la narrativa, y al modo en que la belleza del lenguaje puede disfrazar actos moralmente atroces. Nabokov logra el difícil equilibrio de crear una obra estilísticamente deslumbrante sobre un tema profundamente perturbador. En ese contraste reside buena parte de su fuerza y su escándalo.
A partir de estas devoluciones, Pérez define con claridad qué puede hacer la inteligencia artificial y qué no. Estas definiciones son particularmnte destacables:
“La inteligencia artificial, es importante entenderlo, es una función de probabilidad que elige entre distintas opciones para maximizar unos objetivos que, en general, son la utilidad, la no peligrosidad, y la veracidad. Por ese orden. Y cuando la inteligencia artificial escribe un trabajo, intenta, sobre todo, no correr riesgos, para así obtener la máxima puntuación matemática en sus objetivos, igual que calcula una posición de ajedrez dando valores numéricos a las casillas del tablero, las piezas, y la probabilidad de los siguientes movimientos“.
Por lo tanto, la devolcuión que puede hacer el ChatGPT, por caso, es dentro de una distribución norml de una campana de Gauss. La inteligencia artificial no se juega. Pérez lo define muy bien:
“La inteligencia artificial puede ser una amenaza para aquellos autores y periodistas culturales acostumbrados a intentar complacer a todo el mundo. Será una amenaza para los que desgranan un rosario de frases obvias y conceptos manidos, como un cercanías que para en todos los puñeteros tópicos de la línea. Los que trabajan así nunca podrán competir con la máquina“.
“La inteligencia artificial puede ser una amenaza para los críticos de arte que quieren quedar siempre bien, hacer amigos, y ser invitados a todas partes, porque reparten elogios y parabienes como si fuesen gominolas. Lo siento, señoras y caballeros, pero no pueden competir con una máquina en servilismo“.
“Si el periodismo cultural tiene que sobrevivir, y tiene que hacerlo, debe ser capaz de conectar ideas más allá de los datos, de incomodar y de sorprender a los lectores“.
Estas reflexiones sirven no sólamente para el periodismo cultural sino para todo el periodismo.