La asociación Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) publicó su informe anual sobre el estado de situación del periodismo en el país. El título del volumen es “El periodismo en pandemia. Desinformación, lawfare y libertad de expresión en Argentina 2021“. En el ejemplar se recopilan perspectivas, columnas, trabajos de investigación y datos sobre agresiones al periodismo. El dato principal es que en el año 2020 hubo un crecimiento del 41,8% de agresiones a periodistas si se compara con el 2019. Se registraron 82 ataques a periodistas en el 2020. Si bien es menor que otros años, debe prestarse atención si se trata de un reactivación de las agresiones o de un año particular por la pandemia. Otro dato a tener en cuenta s que se registró por primera vez ciberpatrullaje sobre periodistas en las redes sociales, algo que debiera prestarse particular atención dada la mayor presencia de las redes en la circulación de noticias.
Las agresiones físicas, psíquicas y materiales constituyen casi la mitad de los ataques sobre los periodistas.
La ubicación geográfica de los ataques a periodistas coincide con la distribución poblacional, política y económica de la Argentina. Esto hace que los medios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sean considerados “nacionales”. Aproximadamente una de cada cuatro agresión se produjo allí. Detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las provincias que más acumularon situaciones adversas al periodismo fueron la de Buenos Aires, Río Negro y Salta.
Es para señalar que en 23 casos (casi el 30%) el agresor fue un funcionario provincial o municipal. Esto también habla de a relevancia de los medios locales en la cobertura de noticias.
Los periodistas de televisión y radio, entre los que están los llamados “movileros”, son quienes más agresiones sufren.
