Así como sucedió en la Primavera Árabe, los indignados en España o Occupy Wall Street, las manifestaciones de protesta en Hong Kong tienen en su centro al uso de los teléfonos celulares como un elemento central al momento de organizar las movilizaciones. Uno de los líderes del movimiento, JoshuaWong , es un adolescente de 17 años, quien ya había organizado manifestaciones por reclamos estudiantiles (algo que rememora el movimiento de los pingüinos en Chile en el año 2006). Para facilitar la coordinación de los movilizaciones, se utiliza una aplicación de celular que permite mandar mensajes tanto por fuera de Internet y como del sistema formal de telefonía celular, para que no pueda ser boicoteada por el gobierno chino, quien ejerce su presión para que las movilizaciones no aparezcan en los medios del país. Esta aplicación se llama Firechat. Sin embargo, el gobierno contraatacó difundiendo aplicaciones “falsas” que aparentan fomentar la protesta, pero que, por el contrario, el objetivo es sembrar confusión y desactivar las mismas. El gobierno chino calificó a estas movilizaciones como atentatorias al estado de derecho y son contrarias al desarrollo democrático.
Para los estudiantes chinos, el celular es una vía de organización política