Los contenidos de un medio público en la picota


El caso del periodista de Uri Berliner, periodista por más de veinticinco años de trabajo en la National Public Radio (NPR, Radio Nacional Pública) está produciendo un debate profundo sobre el papel del periodismo en Estados Unidos, fenómeno que bien puede extenderse a otros países como la Argentina. Berliner cuestiona la creciente orientación liberal (progresista) de los contenidos periodísticos de la radio, lo cual para él generó una pérdida de confianza en la emisora. Berliner publicó una columna titulada “I’ve Been at NPR for 25 Years. Here’s How We Lost America’s Trust” (“He estado por 25 años en la NPR. Así es como perdimos la confianza de Estados Unidos”) en el sitio The Free Press. La emisora es de caracter público, por lo cual debe tener un contenido que contemple y esté dirigido a todos los ciudadanos estadounidenses. Según Berliner el cambio en el principio según el cual los contenidos debían tener una amplitud que aarque a todos los públicos del país se produjo con la campaña electoral de 2016 que llevó a Donald Trump a la presidencia del país. En ese contexto, los contenidos adquirieron un sesgo marcado hacia la visión liberal o progresista. Según datos aportados por Berliner en su columna, en el año 2011 el 26% de la audiencia se definia asimismo como coservadora, el 21 como centrista y un 37 como progresista. En el año 2023 el panorama había cambiado radicalmente: solamente un 11% se percibía conservador, un 21 centrista y un 67%, liberal. La radio pública había dejado de serla para tener un sesgo claro hacia uno de los platillos de la balanza. Casos como la intromisión de Rusia en la campaña electoral de 2016 en favor de Trump, el caso del asesinato de George Floyd, el origen de la pandemia de Covid-19 o la derivación de recursos de la NPR hacia grupos identitarios liberals, llevó a que la radio pública adopte una posición significativamente desde un sector desde el espectro de las opiniones que circulan en la sociedad del país en vez de incluir una mayor amplitud de perspectivas. Esto no sería objetable en el caso de una emisora que asumiese explícitamente una posición desde dondee tener una cosmovisión del mundo (Weltanschauung). El problema asoma cuando se trata de una emisora que pretende ser pública. Por haber hecho pública su crítica a la NPR Berliner fue suspendido. EN un hecho interesante la NPR no ocultó el caso sino que lo trató en sus programas y en su sitio web. El debate está abierto.


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