Este año hay elecciones presidenciales en Brasil y los escenarios acerca de cómo serán están caracterizados por un alto grado de incertidumbre. El dato central es sí finalmente estará habilitado por la justicia para postularse el candidato del Partido Trabalhista (PT), Luiz Inacio Da Silva (“Lula”), quien se ubicó al frente de los sondeos al momento de lanzarse la campaña presidencial. En este contexto, Pablo Ortellado y Márcio Moretto Ribeiro realizaron un trabajo acerca de las preferencias políticas en redes sociales. Tomaron soporte para la investigación a Facebook ya que el 52% de la población urbana del país la considera como la vía preferencial de acceso a noticias. Un trabajo desarrollado por los investigadores en el año 2013 les permitió definir seis comunidades de usuarios en función de las páginas visitadas: a) partidos y políticos conservadores; b) partidos y políticos de izquierdas; c) grupos duros contra el crimen (“mano dura”); d) grupos anti corrupción; e) movimientos progresistas; y f) grupos en favor del medio ambiente y derechos humanos. El resultado del cuadro evidenció una fuerte polarización entre derecha e izquierda, en el plano de los grupos políticos organizados, pero no tanto en el campo de la sociedad civil.
Esta cercanía en el plano de la sociedad civil se mantenía en el año 2014.
Sin embargo, en marzo de 2016 los datos obtenidos muestran que la polarización eistente en el campo político se expandió hacia el campo de la sociedad civil. Esto es, la polarización política absorbió aquellos intereses y demandas que no estaban atados a la disputa político-partidaria.
Los autores tienen ahora como objetivo avanzar en trabajos similares sobre Estados Unidos y la Argentina para considerar estos casos como grupos de control.