El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) publicó en junio un informe sobre el estado de situación de los niños y adolescentes en la pandemia COVID-19 titulado “Nuevos retrocesos en las oportunidades de desarrollo de la infancia y adolescencia“. El trabajo toma un capítulo sobre cómo los estudiantes de los diversos niveles educativos pudieron mantener el contacto con las instituciones de enseñanza. Y es por ello que la investigación incluyó un capítulo sobre conectividad. Internet, las redes sociales y los dispositivos (computadoras, notebooks, smartphones, tablets) usados por los niños jóvenes para estudiar en pandemia también dan indicios de conectividad con entretenimiento y acceso a noticias ya sea en el presente o cómo será en el futuro cercano. El primer gráfico de datos muestra que a nivel general fueron las redes sociales las que sostuvieron el vínculo entre estudiantes y escuela. Esto se profundizó en sectores de bajos ingresos y en todo el país a excepción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se dispuso de una plataforma del campo. Los datos avizoran un corte en base a niveles educativos y de ingresos que auguran un consumo marcado por la desigualdad y la inequidad en el acceso a recursos.
El haber tenido más de un año de conectividad con el conocimiento y la educación vía redes sociales será en el futuro un condicionante no menor al acceso a las noticias. El proyecto de una educación pública, gratuita y masiva que lanzó la argentina a findes del siglo XIX estimuló notablemente el consumo de bienes culturales y el desarrollo del periodismo en la primera mitad del siglo XX. Sin dudas, estos años de pandemia profundizarán tendencias que ya se observan en el campo de los medios.