El Premio Nobel de la Paz fue entregado este año a dos periodistas por primera vez en la historia. Los galardonados de 2021 fueron la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitry Andreyevich Muratov. En los considerandos, el Comité Noruego del Nobel hizo público que los periodistas eran premiados por sus esfuerzos en salvaguardar la libertad de expresión, la cual es una precondición para la viegencia de la democracia y, por tanto,de una paz duradera. El premio es muy valioso ya que refuerza la tarea del periodismo crítico frente a los poderes vigentes en una sociedad. También es un llamado a la atención para profundizar el desarrollo de marcos teóricos que hagan al periodismo independendiente como precondición de la existencia de una demoracia consolidada. El único marco teórico al respecto que incluye a los medios y al periodismo como instituciones de la democracia contemporánea es la poliarquía de Robert Dahl. Por citar su libro de divulgación, “La democracia. Una guía para los ciudadanos” definió seis instituciones que hacen al sistema democrático. Estas son:
- Cargos públicos electos
- Elecciones libres, imparciales y frecuentes
- Libertad de expresión
- Fuentes alternativas de información
- Autonomía de las asociaciones
- Ciudadanía inclusiva
Cómo bien se ve, los puntos 3 y 4 (libertad de expresión y fuentes alternativas de información) hacen a la actividad intrínseca de los periodistas y los medios de comunicación. La necesariedad de ambas instituciones según Dahl se debe a que favorecen una participación efectiva de la ciudadanía, una comprensión ilustrada de los temas de una sociedad y promueven el control de la agenda pública. Como bien lo sostiene la directora Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, sin medios no es posible una democracia robusta.