La diversidad en el concepto de libertad de prensa no es un tema que suene extraño en el ámbito universitario. Al menos Denis McQuail ya lo había conceptualizado hace casi veinticinco años al diferenciar qué se entiende como tal para los dueños de los medios, para los periodistas y para los públicos. Un caso reciente es la negativa de estudiantes de la Universidad de Missouri, Estados Unidos, a que periodistas cubran un acampe. Este incidente pone esta diversidad en el centro del tapete. Los alumnos consideran que los medios tratan despectivamente a la población afroamericana. De allí su negativa a dejarlos entrar a un espacio público. Los estudiantes colocaron carteles con la leyenda “No Media. Safe Space” (No medios. Lugar seguro) y desarrollaron una campaña en Twitter a partir del tag #ConcernedStudent1950. Aquí entran en contradicción, por un lado, la libertad de prensa entendida como un derecho para el periodista que actúa como un puente para la información ciudadana; y por otro, el derecho de los ciudadanos de ser tratados por los medios en condiciones que respeten su particularidad propia. La cuestión seguramente impactará en la acción de los medios y de los periodistas en un horizonte cercano.
Rechazo a la cobertura mediática por estudiantes norteamericanos