La globalización ha sido puesta en duda a partir de la crisis económica global destada a partir de la año 2008. En cierto sentido, el volumen de tráfico de mercaderías y de movimientos financieros han sufrido un freno ante un horizonte que puso más énfasis en políticas proteccionistas y resguardos más estrictos sobre flujos financieros de carácter “dudoso”. Sin embargo, lo que no ha parado, incluso ha crecido exponencialmente, es el flujo de datos producto del estallido de los contenidos digitales. Este estallido de flujos digitales está generando cmabios dramáticos a todo nivel: modalidades de trabajo, relaciones sociales, logística, organizaciones empresarias y participación de los países en la economía global. Los medios son un claro ejemplo de estar en el centro de las transformaciones que están ocurriendo. Según estudios, el incorporarse o no, y cómo se haga a la globalización digital, lo cual implica desarrrollar una infraestructura de flujo, oferta y acceso a la misma, afectará el futuro de empresas y países de modo significativo. Segun el informe de conectividad de la consultora McKinsey presentado en marzo de este año, la Argentina está en el puesto 72 en materia de conectividad, por debajo de otros países de la región como México (21), Brasil (44) y Chile (45). La influencia de la conectividad dentro del PBI es extremadamente baja comparada con otros países incluso de menor tamaño económico.
Crecimiento del flujo de datos a nivel global.
Países que lideran el índice de conectividad
Ubicación de la Argentina en el índice de conectividad