La muerte de Máximo Gainza no es sólo un acontecimiento social para la vieja clase alta de Buenos Aires. En el plano de los medios, Gainza representa la última personalidad de entender los diarios y los medios como una visión no empresaria, sino de la extensión de un duelo de esgrima por medio de la pluma. Curiosamente, fué poco estudiado en el ámbito universitario, en comparación con otros grandes diaríos argentinos del siglo XX, como su eterno rival La Nación, Crítica o Clarín. El diario comprendido en términos “señoriales”, como lo fue La Prensa, esto es, despojado de intereses empresarios, sectoriales y utilizando la línea editorial para ocultar negociaciones por debajo de la mesa, ha desaparecido definitivamente con el fallecimiento de Gainza. Para bien o mal.
La Prensa fue uno de los grandes diarios argentinos