La Inteligencia Artificial (IA) no es algo nuevo en el campo de los medios. Los bots son usados ya con frecuencia para ofrecer información y redactan contenidos aún de extensión reducida. El soft/plataforma que ha entrado con fuerza en el 2023 en el ámbito universitario y en el periodismo, entre otros campos, es el ChatGPT. El soft/buscador (todavía no hay aún un término preciso) permite ofrecer un texto de modo coherente y consistente ante una pregunta o un tema que se le pida. Los resultados satisfactorios en determinado tipo de pregunta hace que ciertas prácticas e instancias de evaluación en el ámbito universitario deben tomar en cuenta este y los sucesivos desarrollos que surgirán inevitablemente en el futuro. Los buscadors “tradicionales” como Google o Bing ya han generado proyectos y plataformas para rivalizar con esta nuevo ejemplar que ha ingresado en el coto de la IA. Los resultados del ChatGPT son aceptables. Por ejemplo, ante la pregunta de qué es un observatorio de medios, la respuesta fue la siguiente:
Estos desarrollos hacen recordar al compositor de textos ideado y descripto por Jonathan Swift en “Los viajes de Gulliver”. En la Academia de Lagado habían inventado una máquina para generar textos de modo mecánico. Swift así la describe:
La máquina tenía el siguiente aspecto.
Manuel Castells experimentó con el ChatGPT y así publicó una columna en La Vanguardia el 25 de febrero pasado.
La Inteligencia Artificial (IA) llegó para quedarse, instalarse y avanzar aún más. El tema pasa a partir de ahora en cómo vamos a aprovechar su lado positivo.